(Fragmento)
Tenemos varias “pistas” que podemos seguir. Una de ellas es la tradición olmeca que están recogiendo algunas mujeres, como Silvia Sterbova y Elena Lázaro; recuperando el pensamiento y los ejercicios de aquella civilización para expandir 'la energía femenina', nos proponen 'las prácticas femeninas' para lo que ellas llaman el 'despertar del útero'. Esto está directamente relacionado con lo que dice Carlos Castaneda en su libro Los pases mágicos:
Según Don Juan Matus, uno
de los intereses más concretos de los chamanes que en la antigüedad vivieron en
México es lo que denominaban 'la liberación de la matriz' ...A los chamanes les
interesaba 'el despertar' de la matriz porque, aparte de su función primaria
reproductora, sabían de una función secundaria; una capacidad para procesar
conocimientos directos sensoriales e interpretarlos directamente sin el auxilio
de los procesos de interpretación que todos conocemos (lo que también podemos
llamar 'conocimiento o intuición visceral' de lo que desean las hijas, por
ejemplo). ...
Al igual que otros
chamanes de su linaje (Don Juan) estaba convencido de que si se apartan del
ciclo reproductor, la matriz y los ovarios se convierten en herramientas de
percepción, y ciertamente, en el epicentro de la evolución.... En virtud de los
efectos de la matriz, las mujeres ven directamente la energía con más facilidad
que los hombres, decían y se quejaban de que las mujeres no son conscientes de
su capacidad.... Resultaba paradójico que la mujer tuviese a su disposición un
poder infinito y no se interesara por conseguirlo. Don Juan estaba convencido
de que esta falta de deseo de hacer algo no era natural, sino adquirida.
Quizá si las mujeres
estaban menos interesadas que los chamanes en la evolución humana en sentido
general era porque estaban más interesadas en la evolución concreta de sus
criaturas y a ello dedicarían su 'energía', su capacidad de percepción, su intuición.
En cuanto a las funciones secundarias, cabe imaginar, y así debió de ser por
las informaciones que tenemos, que en un contexto matrifocal, a las mujeres les
sobraba energía y tiempo para desplegar su capacidad de percepción y su
intuición a otros aspectos de la vida y de su conocimiento.
En cualquier caso, 'los
pases mágicos', o sea, lo que nosotras llamaríamos 'ejercicios', que Castaneda
recopila, sin duda favorecen el despertar de la sensibilidad uterina, puesto
que tienen por objeto anular las consecuencias de la socialización nociva que
las (nos) vuelve indiferentes.
En nuestra cultura, la
matriz es una gran desconocida; ha sido rebajada a una visera con un papel casi
vegetativo, cuando no como un sifón de un sistema de cañerías. Sin embargo, si
el cerebro es una especie de unificador a ciertos niveles de nuestra percepción
y de nuestra voluntad, a otro nivel, la matriz es otro centro de percepción y
de toma de decisiones (las 'viscerales'). Podríamos decir que el 'alma' en el
sentido de 'ánimo' de la mujer, en cierto modo es la matriz.
En este mundo la mujer
está 'desanimada', 'desalmada', paralizada, porque la vitalidad genuina de la
mujer es incompatible con esta sociedad y por eso quedó prohibida y excluida de
este mundo (desterrada al Hades); como dice Melandri, es como si el existir de
la mujer se hallase ya incluido en una forma de existencia que la niegan en
cuanto a mujer; como si la única posibilidad de existir en este mundo tuviese
como condición la 'indiferencia' de la matriz, la castración de la mujer que
después tres o cuatro milenios de dominación física, se efectúa ya a nivel
simbólico e inconsciente (No por casualidad en la Biblia, el establecimiento de
la sociedad de dominación sobre todo el ecosistema se enuncia paralela y simultánea
al parir con dolor.) y esta castración de la mujer trae consigo, tanto la
congelación de su 'capacidad de percepción' que decían los chamanes, como el
realizar la función primaria reproductora en ese estado de 'indiferencia',- lo
que con otras palabras, llamamos 'robotización', que quiere decir eso,
'des-animación', o 'des-vitalización'.

Es algo como que nadie se
preocupa de su hígado mientras le funciona bien, y sólo empieza a preocuparse
cuando le deja de funcionar bien; a continuación, imaginemos lo que sería ir a
un médico que desconoce el funcionamiento normal del hígado a que te lo
arregle... Se institucionalizaría una patología hepática mantenida y
reproducido por el Poder médico. Hace poco hablando con un grupo de gente
joven, una chica decía que ella no había hablado nunca con nadie de que notaba
y sentía su útero porque pensaba que era lo normal, que todas las mujeres lo
sentían. Así concluíamos que era muy importante hablar de ello, eliminar el
pudor absurdo que pueda haber, que solo sirve para mantener la ignorancia.
Maryse de Choisy después
de diez años de trabajo con cuestionario, ofrece una perspectiva sobre el
orgasmo femenino que rompe la tradicional dicotomía 'orgasmo vaginal-orgasmo
clitoridiano'. El orgasmo más global e importante de la mujer, afirma, no es ni
vaginal ni clitoridiano; apretando los muslos o los glúteos firmemente (las
mujeres) alcanzan un tipo de orgasmo que arranca en el centro de su cavidad
pélvica, en algún punto muy profundo de su interior, y se expande por todo el
cuerpo... pues el verdadero orgasmo femenino es cérvico-uterino, o tiene su
origen en él...
Tenemos también la pista
a seguir de las mujeres de la India, que nos proponen la práctica de la
visualización, con los pétalos de la flor de loto abriéndose... o la imagen de
las ranas pre-colombinas palpitando rítmicamente como un corazón... o el animal
errante de Platón y otros, quitándole la intención peyorativa y
visualizando/sintiendo una preciosa ameba que se alarga y se encoge y se vuelve
a alargar, y se mueve, una onda tras otra, como las parras de las cenefas y
frisos, que se enroscan una tras otra, (y de las que cuelgan formas uterinas en
lugar de racimos de uvas); una ola tras otra, como los dibujos de los
tentáculos de los pulpos en las vasijas neolíticas... hasta que el útero, más
allá de su forma, se hace todo latido, pulso, ritmo, que irradia y expande el
placer (por eso la oxitocina y el placer son también pulsátiles y rítmicos).
O la 'pista' de las
mujeres de Arabia Saudí, bailando la danza del vientre en corro alrededor de la
parturienta, para inducir su movimiento uterino... o el movimiento de los
delfines, o la experiencia conocida de la pornografía por la cual sabemos que
el neocórtex puede inducir la excitación sexual, a falta del deseo de el/la
otra, y no solo la falocéntrica...
La danza del vientre,
dice Karmele O'Hanguren:
No tiene fecha de
nacimiento, pero parece ser la supervivencia de una forma de danza ligada a los
ritos de fertilidad y maternidad, ya que reproduce simbólicamente los
movimientos de la concepción y del alumbramiento...
En sus distintas
versiones, que van desde el raks sharki con música clásica árabe, al estilo
baladí más popular, la danza del vientre es uno de los bailes más sensuales del
mundo reservado únicamente a mujeres. .... Las mujeres que la practican
obtienen importantes beneficios físicos, como la regulación de los ciclos
menstruales, la renovación de la energía corporal y un conocimiento mayor del
cuerpo y de los propios sentimientos. No requiere un cuerpo escultural ni un
vientre plano, por lo que las aprendices de bailarinas aprenden a amar su
cuerpo y a descubrir su gracia y su sensualidad. Por estos motivos, la danza
oriental vive un momento de gran auge,... lo que la experta Isabel Fuentes ha
constatado en su academia de baile de Granada...
Por último, recordar que
los ejercicios que se recomiendan para fortalecer los músculos pélvicos en la
preparación al parto, también sirven en las no embarazadas para despertar el
útero inmovilizado.
También podemos afirmar
que mujeres que conocemos, sin mediar prácticas femeninas olmecas, ni
visualizaciones hindúes, ni pases mágicos, ni danzas del vientre, con el solo
hecho de saberlo, han recuperado la percepción sensible de su útero. Por eso
creo que aun siendo difícil, no es imposible perder la rigidez e insensibilidad
producidas por la represión de la sexualidad básica, a lo largo de toda una
socialización castradora.
El yoga también nos puede
ayudar. Yo no lo práctico ni lo conozco, pero transcribo una carta de un amigo:
Tanto el yoga... como otras terapias se basan en los siete chacras de energía
del ser humano. La kundalini (representada simbólicamente con una serpiente
enroscada) es la energía vital que se encuentra en el segundo chakra, a la
altura de los genitales, y la función de este chakra es movilizar la kundalini
(la serpiente se desenrosca y se mueve) y redistribuirla por todos los otros
cinco chacras (el primer chakra, que se encuentra más o menos entre los
genitales y el ano, es el encargado de tomar contacto con la energía vital de
la tierra para que el segundo chakra la pueda canalizar).
Tanto en yoga como en las
psicoterapias corporales que te comento son práctica habitual ejercicios de
movilización de la cadera para activar la kundalini, es decir, la energía vital
y/o sexual. Una persona con poca movilidad y conciencia de esa parte del cuerpo
es una persona que no canaliza correctamente esa energía. Es un poco como las
danzas del vientre de las sociedades matrísticas del neolítico...”
Casilda
Rodrigañez
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